El cristiano que vive su cristianismo necesita hacer participar a los demás de la felicidad que él posee, y tiene urgencias de llegar a todas partes, porque su caridad le pide ayudar a todos llenándoles de vida. Y ante su impotencia de acción, al ver que el círculo de personas que le rodea es tan limitado, y que la exigencia como infinita de llegar a todos los hombres es us misión, sólo puede descansar plenamente "entre el vestíbulo y el altar" (Joel 2,17), sabiendo que allí, en actitud sacerdotal, y su irradiación los abarca a todos sin distancias, sin tiempo, sin condición de razas, sin fronteras. En esa actitud sacerdotal abrazarás a todas las almas.
MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario