Señor:
Sabemos que Tú nos has elegido
para que seamos los primeros educadores de la fe de nuestros hijos.
Deseamos ser verdaderamente conscientes
de la responsabilidad de formarles,
con nuestra palabra y ejemplo,
para la vida cristiana y apostólica.
Desde ahora, Señor,
renunciamos a nuestras preferencias personales,
y queremos ayudarles con desinterés, respeto y prudencia
en su elección de estado,
cultivando la vocación propia de cada uno de ellos
y, con cuidado especial, la vocación sagrada
al sacerdocio o la vida religiosa,
si Tú nos haces este honor.
Te pedimos, Señor, que nuestro hogar,
animado desde espíritu de fe, caridad y piedad,
sea como el primer seminario
en el que cada uno de nuestros hijos descubra
su puesto de servicio personal a la Iglesia.
Señor, escucha nuestra oración.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario