A nuestra madre María me la imagino sobre todo al pie de la cruz... Sufriendo... Ella, que es la Reina de todo lo creado... Sufriendo... Los siete dolores de la Virgen María es una devoción tan bonita... te enseña tanto! Cuando contemplas sus dolores todos nuestros dolores se hacen pequeños, pequeños... Ella te da la gracia y el amor con los que llevó sus dolores para que tú los lleves de la misma forma... La voluntad de Dios se convierte en el centro de la oración y con la humildad que Ella te dá sabes que todo es amor de Dios, todo es un regalo, todo es motivo de alabanza y gloria a Dios... No lo entendemos humanamente pero la humildad nos transforma y guía nuestra mirada al Cielo, nuestro hogar.
Cuando estoy en la cruz, con mi cruz, Ella también está conmigo... Sufre conmigo... Me acompaña, me aconseja y yo cuando la miro a mi lado se que todo se puede transformar. Le doy mi dolor, ni siquiera mis buenas obras que puede que no tenga, le doy mi confianza, y Ella se lo entrega a su Hijo, y su Hijo al Padre... Y Dios Todo lo puede...
He aquí la esclava
del Señor.
Hágase en mí según tu
palabra.
COMO TÚ MARÍA (GONZALO MAZARRASA)
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