ORIGEN
El cuerpo de san Chárbel, mientras estuvo incorrupto
(cerca de 70 años), permaneció flexible, como si estuviera dormido y segregaba
un líquido (como un sudor con gotas de sangre) que produjo, en los enfermos que
lo tocaron, sanaciones físicas y espirituales.
Cuando el cuerpo de san Chárbel dejó de emanar ese
líquido que había curado a tantas personas de diversas dolencias, tanto físicas
como espirituales, la gente deseaba seguir teniendo entre sus manos el
“líquido” que había caracterizado al santo cuando su cuerpo incorrupto lo
emanaba.
Fue así como los monjes del monasterio de san Marón,
con el permiso correspondiente de la autoridad eclesiástica, ofrecieron como
signo de devoción a san Chárbel un sacramental: aceite bendito.
EL ACEITE ES UN SACRAMENTAL, NO UN SACRAMENTO
El Catecismo de la Iglesia Católica define que los
sacramentales “son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los
sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión
de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal
de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida”
(n.1667).
Además, explica que “los sacramentales no confieren la
gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración
de la Iglesia los sacramentales preparan a recibir la gracia y disponen a
cooperar con ella. La liturgia de los sacramentos y de los sacramentales hace
que, en los fieles bien dispuestos, casi todos los acontecimientos de la vida
sean santificados por la gracia divina que emana del misterio pascual de la
pasión, muerte y resurrección de Cristo, de quien reciben su poder todos los
sacramentos y sacramentales, y que todo uso honesto de las cosas materiales
pueda estar ordenado a la santificación del hombre y a la alabanza de Dios” (n.
1670).
Entre los sacramentales más usados por los fieles está
el agua, el incienso y el aceite.
Este aceite bendito, mejor conocido como “aceite de san Chárbel”, es aceite de oliva, obtenido de
los olivos del monasterio de Annaya (Líbano), lugar en donde vivió san Chárbel
antes de irse a la ermita y donde actualmente está sepultado. Es bendecido por
los monjes de la Orden Libanesa Maronita (a la que perteneció san Chárbel) con
una oración especial y distribuido a los feligreses que así lo quieran.
SAN CHARBEL RUEGA POR NOSOTROS. AMÉN.
http://www.maronitas.org/Maronitas/San_Charbel/Entradas/2014/4/7_Aceite_de_San_Charbel.html
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