martes, 2 de diciembre de 2014

DIOS NOS AMA COMO PADRE, MADRE Y ESPOSO


                                              

La causa que más mueve el corazón al amor de Dios es considerar profundamente el amor que nos tuvo Él, y, con Él, su Hijo benditísimo, Nuestro Señor. Más mueve el corazón a amar que los beneficios; porque el que hace a otro beneficio, le da algo de lo que tiene; mas el que ama, da a sí mismo con todo lo que tiene, sin que le quede nada por dar.

Pues veamos ahora, Señor, si Vos nos amáis; y si es así que nos amáis, qué grande es el amor que nos tenéis. Mucho aman los padres a los hijos; pero ¿por ventura nos amáis vos como padre? No hemos nosotros entrado en el seno de vuestro corazón, Dios mío, para ver esto; mas el Unigénito vuestro, que descendió de ese seno, trajo señas de ello, y nos mandó que os llamásemos Padre por la grandeza del amor que nos tenías; y, sobre todo esto, nos dijo que no llamásemos a otro padre sobre la tierra, porque tú solo eres nuestro Padre. Porque así como Tú solo eres bueno por la eminencia de tu soberana bondad, así Tú solo eres Padre; y de tal manera lo eres y tales obras haces, que, en comparación de tus entrañas paternales, no hay alguno que pueda así llamarse. 

Bien conocía esto tu profeta cuando decía: Mi padre y mi madre me dejaron, y el Señor me recibió. Tú mismo te quisiste comparar con los padres, diciendo por Esaías: ¿Por ventura habrá alguna mujer que se olvide del niño chiquito, y no tendrá piedad del hijo que salió de tus entrañas? Posible será que se olvide, mas y nunca me olvidaré de Ti, porque en mis manos te tengo escrito y tus muros están delante de mí. Y porque, entre las aves, el águila es más afamada en amar a sus hijos, con el amor de ella nos quisiste comparar la grandeza de tu amor: Así como águila defendió su nido, y, como a sus pollos, extendió sus alas y los trajo sobre los hombros.

Sobre este amor es el del esposo a la esposa, del cual se dice: Por éste dejará el hombre a su padre, y se llegará a su mujer, y serán dos en una misma carne; mas a éste sobrepuja tu amor; porque, según dices Tú por Jeremías, si el marido echa a su mujer de casa, y, si echada, se junta con otro, ¿por ventura volverá otra vez a él? Mas tú has fornicado con cuantos amadores has querido; mas, con todo, vuélvete a mí, dice el Señor, que yo te recibiré. 

San Juan de Ávila. Doctor de la Iglesia. Patrono del clero secular de España. Tratado del Amor de Dios.

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