"Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre Celestial..." (Mt 5,43-44)
Jesús, Tú nos has llamado a amar... Hoy reconozco ante Ti la fragilidad de mi amor. Sana en mí todas esas heridas que han sido provocadas a causa del desamor y de mis pecados también, ¡heridas que me impiden amarte a Ti, mi Señor, sobre todas las cosas! ¡Purifica mi corazón, de la herencia dolorosa que arrastra, por los pecados de mis ancestros y por las iniquidades del mundo! ¡Libéralo de todas las cargas que ha acumulado a través de mi infancia y adolescencia!
Haz que el fuego de Tu amor y la gracia de Tu sanación iluminen mi oscuridad y derritan el hielo del mal que aún habita en mí. Renueva completamente mi capacidad de amar. Que a partir de ahora, pueda yo amar a los hombres con todo mi corazón, incluso a aquellos que me han lastimado. Muy a menudo he sido incapaz de perdonar las injurias de los demás. Perdona Señor, las veces que me he agobiado a mí mismo y a otras también, con la envidia y los celos. ¡Sana igualmente mi fe en Ti Señor! Haz que la gracia de la confianza desaparezca en mí toda desconfianza y temor. ¡Cúrame de la ausencia de Dios en mis pensamientos, palabras y obras!
Al mismo tiempo Jesús, Te pido que sanes los lazos afectivos en mi familia. ¡Sana el amor entre esposos, entre padres e hijos, entre los que están enfermos y hijos que poseen salud! ¡Jesús, sana el amor entre todos los hombres del mundo!
(Ora en silencio por aquella persona que no amas y no puedes perdonar)
Padre Slavko Barbaric, O. F. M. El Padre Slavko murió el 24 de noviembre de 2000 en el monte Krizevac (monte de la cruz) en Medjugorje.
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