lunes, 10 de noviembre de 2014

EL SUFRIMIENTO

                                          

342 El sufrimiento es el tesoro más grande que hay en la tierra, purifica el alma. En el sufrimiento conocemos quién es nuestro verdadero amigo. El amor verdadero se mide con el termómetro del sufrimiento.

446 Entonces vi a Jesús clavado en la cruz. Después de estar Jesús colgado en ella un momento, vi toda una multitud de almas crucificadas como Jesús. Vi la tercera muchedumbre de almas y la segunda de ellas. La segunda infinidad de almas no estaba clavada en la cruz, sino que las almas sostenían fuertemente la cruz en la mano; mientras tanto la tercera multitud de almas no estaba clavada ni sostenía la cruz fuertemente, sino que esas almas arrastraban la cruz detrás de sí y estaban descontentas. Entonces Jesús me dijo: Ves esas almas que se parecen a Mí en el sufrimiento y en el desprecio, también se parecerán a Mí en la gloria; y aquellas que menos se asemejan a Mí en el sufrimiento y en el desprecio, serán menos semejantes a Mí también en la gloria.

La mayor parte de las almas crucificadas pertenecían al estado eclesiástico; vi también almas crucificadas que conozco y eso me dio mucha alegría. De repente Jesús me dijo: En la meditación de mañana reflexionarás sobre lo que has visto hoy. Y enseguida el Señor Jesus desapareció.

1316 Hija Mía, necesito sacrificios hechos por amor; porque sólo éstos tienen valor para Mí. Es grande la deuda del mundo contraída Conmigo, la pueden pagar almas puras con sus sacrificios, practicando la misericordia espiritualmente.

1613 Durante casi toda la noche tuve unos dolores tan vivos y lentos que me parecía tener desgarradas todas las entrañas. La medicina que había tomado la vomité. Cuando me incliné al suelo, perdí el conocimiento y así, con la cabeza apoyada contra el suelo, permanecí algún tiempo. Al volver en mí, me di cuenta de que con todo el cuerpo cargaba sobre la cara y la cabeza; empapada en vómitos, pensé que esto iba a ser ya el final.
La querida Madre Superiora y Sor Tarsicia trataban de ayudarme como podían. Oh Jesús mío, has conmigo lo que Te agrade. Dame solamente la fuerza para sufrir. Si me sostiene Tu fuerza, aguantaré todo. Oh almas, cuánto las amo.

Diario de Santa Faustina. Mensaje de misericordia de Jesucristo al mundo actual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario