Santa María, Virgen y Madre, yo me entrego por hijo tuyo. Enséñame a guardar como tú la palabra en el corazón.
Conviérteme en instrumento dócil de tu amor materno, para que los hombres y mujeres de nuestro tiempo conozcan a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.
Madre, aquí tienes a tu hijo: Fórmame.
Madre, aquí tienes a tu hijo: Envíame.
Madre, aquí tienes a tu hijo: Habla por mí, ama por mí.
En ti, Madre mía, he puesto mi confianza. Jamás quedaré confundido. Amén.
CUANDO ESTÉS...
Triste... Juan 14
Abandonado... Salmo 27
Convencido del pecado... Salmo 51
Preocupado...Mateo 6, 1-34
En peligro... Salmo 91
Desconsolado... Salmo 34
Solo... Salmo 139
Con duda... Juan 7, 17
Con temor... Salmo 23
Desanimado... Isaías 40
En tentación... Mateo 4
CUANDO SIENTAS NECESIDAD DE...
Ánimo... Salmo 103
Fe... Hebreos 11
Esperanza... Salmo 90
Consuelo... Romanos 8, 31-39
Fortaleza... Josué 1
Descanso... Mateo 11, 25-30
Paz... Juan 14,27
Seguridad... Romano 8, 31-39
Gozo... Colosenses 3, 12-17
Cariño... Juan 15, 13-17
Entusiasmo... Salmo 67
No hay comentarios:
Publicar un comentario