Secuencia de Pentecostés
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR LA PODEROSA INTERCESIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA TU AMADÍSIMA ESPOSA, VEN.
"La gente reza de forma equivocada. Se acercan a las iglesias y a los santuarios para pedir gracias materiales. Sin embargo muy pocos piden el don del Espíritu Santo. Lo más importante para ustedes es implorar que descienda sobre ustedes el Espíritu Santo, porque si tienen el don del Espíritu Santo lo tienen todo". (Mensaje de María Reina de la Paz en Medjugorje el 29 de diciembre de 1983).
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