En esta necesidad y pena que
me agobia y conturba sin hallar consuelo humano, acudo a ti,
oh abogado y protector mío, San Martín; confío
en tu poderoso valimiento para que, intercediendo por mi ante
el Dios de bondad y misericordia, me sean perdonadas mis culpas
y me vea libre de los males y desgracias que me afligen; dame,
al menos, tu espíritu de sacrificio para que aceptándolas
por amor de Dios las santifique.
¡Oh Padre Celestial,
por los dulces nombres de Jesús y de María y por
los méritos de tu fiel siervo Martín, ayúdame
en esta angustia y no permitas que quede confundida mi esperanza!.
Amén.
SAN MARTÍN BENDITO, RUEGA POR NOSOTROS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario