jueves, 29 de enero de 2015

BAJO EL MANTO DE LA VIRGEN


                               

El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:

-“ … La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…

-“… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario “.

-“ Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario “.

-“ Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros “.

-“ El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos “.


Pregunta.- Cada día rezo el Rosario pero no sé si lo  rezo con la boca o con el corazón porque a veces mi plegaria es vacía y árida.

Respuesta.- Debes hacer un cambio en tu manera de rezar, porque cuando reces de verdad, como quiere la Virgen, tu vida cambiará.  Antes de empezar a rezar el Rosario piensa esto que te digo: el Rosario es una oración típica de palabras si no te esfuerzas en ella.

Entonces, ¿qué debes hacer? Pablo VI dijo “Si no es una oración contemplativa es un cadáver sin alma, un cuerpo sin alma. Tu Rosario vale poco si no es una oración contemplativa. Debes pues  hacer este propósito: cuando reces el Rosario párate un momento en el misterio y mira si puedes sacar algo de práctico; pregúntale a la Virgen “en este misterio, ¿qué debo decidir?”, y ella te iluminará seguro. Por ejemplo, lee el misterio en el Evangelio, porque simplemente enunciarlo te dice poco. Si en cambio coges la página del Evangelio que habla del misterio es otra cosa. Medita más rato el Rosario , después pon atención en una palabra del Ave María , solo una.  Cuando dices “ruega por nosotros pecadores ahora” , párate en la palabra “ahora” y entenderás que en el momento en que estás rezando, debes perdonar, debes someterte a la voluntad de Dios, debes corregir algún defecto tuyo. Pon atención sobre una palabra y verás cómo los rosarios te convierten de verdad. En lugar de rezar tantos rosarios , di uno más breve, pero como quiere la Virgen, y comunícate realmente con ella. Puede pasar  que a mitad de Rosario no hayas aún hablado con la Virgen y tus pensamientos estén aún dispersos pero te despertarás y dirás “¡no! Quiero hablar con la Virgen” y entonces te pararás en algunas palabras porque este es el Rosario de verdad.



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