Desde el 8 al 14 de diciembre de 1947 en Ile-Bourchard, cuatro niñas de esa localidad francesa describen a una bella señora y a un ángel que dicen haber visto en la Iglesia parroquial de Saint Guille, y que les han revelado sus identidades y su preocupación por su país, Francia.
Las figuras que ven, se denominan a sí mismas como la Inmaculada Concepción y el ángel Gabriel.
En
un primer momento nadie las creyó, pero a medida que iban pasando las
horas y las niñas contaban lo que la Virgen les decía, el párroco, el
Padre Ségelle y Sor San León de la Cruz, la religiosa que las educaba en
la escuela, pasaron de un escepticismo a una curiosidad viva, por la coherencia, serenidad y autoridad con que hablaban las cuatro niñas sobre lo que iban viendo y escuchando.
La Virgen les pidió que fuera todo el pueblo a la iglesia a rezar con Ella y el Ángel, por Francia. Poco a poco el pueblo irá acompañando a las niñas a la Iglesia en actitud piadosa y a la vez llena de expectación. Todos los allí presentes iban obedeciendo las plegarias de oración que la Virgen María iba revelando a las niñas:
La Virgen les pidió que fuera todo el pueblo a la iglesia a rezar con Ella y el Ángel, por Francia. Poco a poco el pueblo irá acompañando a las niñas a la Iglesia en actitud piadosa y a la vez llena de expectación. Todos los allí presentes iban obedeciendo las plegarias de oración que la Virgen María iba revelando a las niñas:
“Reciten el Rosario y hagan una gruta para rezar por Francia que está en grave peligro”.
ORACIÓN
Santa María, Nuestra Señora de la Oración,
que acogiste con fe el mensaje del ángel Gabriel,
que te convertiste en la Madre de Jesús, el Hijo Único de Dios:
Enséñanos a rezar para crecer en la Fe.
En la Visitación, tú que exultaste de alegría con el Magnificat:
Enséñanos a dar gracias a Dios.
En Caná, tú que le pediste a Cristo el vino para la boda:
Enséñanos a interceder por nuestros hermanos.
De pie, al lado de la Cruz, tú que te ofreciste con Jesús por amor a los pecadores:
Enséñanos a acoger la misericordia del Padre.
En Pentecostés, tú que rezabas con los apóstoles
cuando recibieron la plenitud del Espíritu Santo:
Enséñanos a pedir el Espíritu para testimoniar el Evangelio.
Tú que eres la Madre de la Iglesia y la protección de las familias,
cuida a cada una de nuestras familias:
Enséñanos a amarnos con fidelidad.
Tú que eres la Madre de la humanidad y la Patrona de Francia,
abre nuestro país a las dimensiones universales del amor de Dios:
Enséñanos a servir con generosidad.
Oh María sin pecado concebida, ¡reza por nosotros que recurrimos a TI
Nuestra Señora de la Oración, enséñanos a rezar.
Día 8 de diciembre de 1999, Monseñor André Vingt-Trois, arzobispo de Tours
http://www.carifilii.es/documentos.asp?id=229
No hay comentarios:
Publicar un comentario