«Por
eso, hijitos, sean aquellos que buscan y aman a Dios sobre todas las
cosas. Yo estoy con ustedes y los guio hacia mi Hijo, pero ustedes
tienen que dar su sí en la libertad de los hijos de Dios.»
Esta
parte del mensaje es importantísima, es el desafío, es el reto, la
llamada a trabajar por la salvación de las almas y salir de la
mediocridad espiritual. La Madre dice «sean aquellos que buscan y aman a Dios sobre todas las cosas» No
es difícil cuando se ora y se recuerda que la única manera para cumplir
con esta llamada es orando como se debe. Porque es cuando se ora cuando
Dios puede ser amado por encima de todas las cosas. Es lo mismo que
tener a Dios en primer lugar en el corazón.
Cuando
una persona está enamorada de otra lo tiene en primer lugar en su
corazón. Por lo general, la gente tiene a otras personas en primer lugar
y tiene otras cosas: el dinero, el trabajo, el juego… Entonces, se
trata de que Dios ocupe el primer lugar y la vía es el amor hacia Él. Y
esto es el fruto de la oración. Diríamos el primer fruto. Para la gente
es más fácil enamorarse de un ser humano que de Dios, y la razón: porque
no quieren orar como se debe.
PADRE FRANCISCO VELAR
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