jueves, 30 de abril de 2015

LA HORA DE LA GUARDIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

                                        Resultado de imagen de LA HORA DE LA GUARDIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS
La Hora de Guardia es el acto más útil y más precioso; es estar de corazón a Corazón con Jesús durante una hora; es el rayo de sol que arroja la luz a través del crisol oscuro y frío de nuestras acciones ordinarias.

Es también el acto más fácil: Puedes acompañar a Jesús y permanecer allí una hora; la madre de familia puede quedarse en su hogar; la obrera en su trabajo; el empleado en su despacho; el labrador en su campo... y la Hora de Guardia se hace a pesar de todo; y el recuerdo y el amor del Sagrado Corazón viene a santificar todas las formas de la actividad humana.

Para hacerla, cada uno puede seguir su atractivo especial; sin embargo se recomiendan algunos actos para no andar divagando; bueno será acostumbrarse al método siguiente:

Constituirse en el Sagrado Corazón, trasladándose en espíritu muy cerca del Sagrario, en donde se encuentra Nuestro Señor real y sustancialmente presente por amor a nosotros. Pero también pode-mos recogernos interiormente y contemplar allí a Jesús; pues si estamos en estado de gracia, este buen Salvador habita en nosotros. Santa Teresa decía que no había llegado a hacer verdaderamente oración hasta el día en que hubo aprendido a conversar con Nuestro Señor dentro de su corazón.

Recitar, a ser posible, la oración del ofrecimiento de la Hora, al menos unirse interiormente a los pensamientos y afectos que encierra.

Durante la Hora de Guardia, hacer frecuentes actos interiores de amor, de unión a los sufrimientos del Corazón de Jesús, de adoración, de reparación sobre todo, pues éste es el principal objeto de la Guardia de Honor; inspirarse en los sentimientos de la Oración reparadora, repetir de vez en cuando algunas breves invocaciones al Sagrado Corazón.

Hacia fines de la Hora, formar resoluciones prácticas para el resto del día, fijándolas en la voluntad y pidiendo el socorro de la gracia de Dios para cumplirlas.

Terminar rezando un Padre Nuestro y Ave María por las intenciones del Soberano Pontífice, para obtener la indulgencia concedida a la Hora de Guardia.

miércoles, 29 de abril de 2015

LECTIO DIVINA

                          Resultado de imagen de lectio divina

El 6 de noviembre de 2005, el Papa Benedicto XVI explicó así la Lectio Divina:

«
Consiste en meditar ampliamente sobre un texto bíblico, leyéndolo y volviéndolo a leer, rumiándolo en cierto sentido como escriben los padres, y exprimiendo todo su jugo para que alimente la meditación y la contemplación y llegue a irrigar como la savia la vida concreta. Como condición, la lectio divina requiere que la mente y el corazón estén iluminados por el Espíritu Santo, es decir, por el mismo inspirador de las Escrituras, y ponerse, por tanto, en actitud de religiosa escucha. Esta es la actitud típica de María santísima, tal y como lo muestra de manera emblemática la imagen de la anunciación

 1. RECÓGETE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS E INVOCA AL ESPÍRITU SANTO.
El mismo Espíritu que habita en el templo de tu alma por la gracia, «habita» y está presente en la Sagrada Escritura. Con el deseo ardiente de escuchar a Dios, invoca al Espíritu Santo: que ilumine tu inteligencia para conocer mejor a Cristo y su palabra, que encienda tu corazón para amarlo con pasión y que mueva tu voluntad para seguirlo más de cerca.

2. LECTURA (LECTIO) ¿Qué dice el texto? 
Lee pausadamente un texto de la Biblia, como si fuera «una carta de amor escrita por Dios personalmente a mí» (san Gregorio Magno).
Reléelo; trata de familiarizarte con el texto, intenta comprenderlo (el contexto, los personajes, los sentimientos, las acciones, los verbos...) sin pretender todavía extraer mensajes o conclusiones.
Descubre la palabra-luz que ilumina tu inteligencia, la palabra-fuerza que fortalece tu espíritu, lapalabra-fuego que enciende tu corazón de amor a Dios y a los hombres, la palabra-símbolo que abre tu mente y corazón a nuevas reflexiones y afectos.
Puedes subrayar lo que te parezca central: poner un signo de exclamación al pasaje o pasajes que más te interpelen, y un asterisco a lo que te ayude a orar. Puedes señalar de una forma las reflexiones que te llamen la atención y de otra manera aquellas frases que te susciten afectos.

3. MEDITACIÓN (MEDITATIO) ¿Qué me dice a mí el texto? 
Gusta y saborea ese mensaje de Dios para ti, como María, que «custodiaba todas estas cosas rumiándolas en su corazón.» (Lc. 2,19)
Recuerda otros pasajes de la Sagrada Escritura que tengan relación, confróntalos, que se enriquezcan y complementen los unos con los otros, como si fueras una abeja que va combinando el néctar de diversas flores. Es el Espíritu Santo el que va a elaborar en tu interior una miel exquisita preparada especialmente para ti.
Confronta los textos con las situaciones y circunstancias de tu vida y pregúntate: ¿por qué este texto es importante para mí?, ¿qué me sugiere?, ¿qué actitudes y sentimientos me transmite? Intenta escuchar a Dios que te habla.

4. ORACIÓN (ORATIO) ¿Qué le digo a Dios movido por su palabra? 
Dios te ha hablado, le has escuchado y has acogido su palabra. Ahora respóndele esa cartade amor que Él te escribió. Háblale con toda humildad y con todo tu corazón.
Exprésale con confianza tus sentimientos, una vez unos, otra vez otros: de agradecimiento, alabanza, súplica, adoración, alegría, tristeza, odio al pecado, amor a Cristo, arrepentimiento, compasión, intercesión, reconocimiento de tu miseria y petición de perdón, ofrecimiento...

5. CONTEMPLACIÓN (CONTEMPLATIO)
Contempla el rostro de Cristo, esperando y deseando que, a través de los ojos del alma, el Espíritu Santo actúe en tus facultades (inteligencia, voluntad, corazón, sensibilidad, acción) llenándolas de su santidad, de su sabiduría, de sus dones y carismas.
Déjate impregnar por la presencia y el amor de Dios como una esponja sedienta que se hunde bajo el agua viva.

6. ACCIÓN (ACTIO) 
Que la palabra de Dios sea ahora escuela de vida para ti. Que poco a poco te transforme y te modele conforme a la imagen de Cristo.
Busca imitarle y seguirle más de cerca por la vivencia de las virtudes teologales y las demás virtudes cristianas. Con tu comportamiento y con tu palabra, sé para los demás un testigo que se ha encontrado con Dios. Como una concha llena que comparte lo que lleva dentro.
Pídele ayuda y dale las gracias. 

 


martes, 28 de abril de 2015

MARÍA EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS DE LA IGLESIA

                                                    Resultado de imagen de tratado de la verdadera devocion

La salvación del mundo comenzó por medio de María y por medio de Ella debe consumarse. María casi no se manifestó en la primera venida de Jesucristo, a fin de que los hombres poco instruidos e iluminados aún acerca de la persona de su Hijo, no se alejaran de la verdad aficionándose demasiado fuerte e imperfectamente a la Madre, como habría ocurrido seguramente, si Ella hubiera sido conocida, a causa de los admirables encantos que el Altísimo le había concedido aún en su exterior. Tan cierto es esto que san Dionisio Aeropagita escribe que cuando la vio, la hubiera tomado por una divinidad, a causa de sus secretos encantos e incomparable belleza, si la fe, en la que se hallaba bien cimentado, no le hubiera enseñado lo contrario.
Pero, en la segunda venida de Jesucristo, María tiene que ser conocida y puesta de manifiesto por el Espíritu Santo, a fin de que por Ella Jesucristo sea conocido, amado y servido. Pues ya no valen los motivos que movieron al Espíritu Santo a ocultar a su Esposa durante su vida y manifestarla sólo parcialmente aun después de la predicación del Evangelio.
Dios quiere, pues, revelar y manifestar a María, la obra maestra de sus manos, en estos últimos tiempos:
1º) Porque Ella se ocultó en este mundo y se colocó más bajo que el polvo por su profunda humildad, habiendo alcanzado de Dios, de los Apóstoles y Evangelistas que no la dieran a conocer.
2º) Porque Ella es la obra maestra de las manos de Dios, tanto en el orden de la gracia como en el de la gloria y Él quiere ser glorificado y alabado en la tierra por los hombres.
3º) Porque Ella es la aurora que precede y anuncia al Sol de Justicia, Jesucristo, y por lo mismo, debe ser conocida y manifestada, si queremos que Jesucristo lo sea.
4º) Porque Ella es el camino por donde vino Jesucristo la primera vez y lo será también cuando venga la segunda, aunque de modo diferente.
5º) Porque Ella es el medio seguro y el camino directo e inmaculado para ir a Jesucristo y hallarlo perfectamente. Por Ella deben, pues, hallar a Jesucristo las personas santas que deben resplandecer en santidad. Quien halla a María, halla la vida (cfr. Prov. 8, 35), es decir, a Jesucristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida (cfr. Jn. 14, 6). Ahora bien, no se puede hallar a María si no se la busca, ni buscarla si no se la conoce: pues no se busca ni desea lo que no se conoce. Es, por tanto, necesario que María sea mejor conocida que nunca, para mayor conocimiento y gloria de la Santísima Trinidad.
6º) Porque María debe resplandecer más que nunca en los últimos tiempos en misericordia, poder y gracia:
        En misericordia, para recoger y acoger amorosamente a los pecadores y a los extraviados que se convertirán y volverán a la Iglesia católica.
        En poder contra los enemigos de Dios, los idólatras, cismáticos, mahometanos, judíos e impíos endurecidos que se rebelarán terriblemente para seducir y hacer caer, con promesas y amenazas, a cuantos se les opongan.
        En gracia, finalmente, para animar y sostener a los valientes soldados y fieles servidores de Jesucristo, que combatirán por los intereses del Señor.
7º) Por último, porque María debe ser terrible al diablo y a sus secuaces como un ejército en orden de batalla (cfr. Cant. 6, 3) sobre todo en estos últimos tiempos porque el diablo sabiendo que le queda poco tiempo (Apoc. 12, 12), y menos que nunca, para perder a las gentes, redoblará cada día sus esfuerzos y ataques. De hecho, suscitará en breve crueles persecuciones y tenderá terribles emboscadas a los fieles servidores y verdaderos hijos de María, a quienes le cuesta vencer mucho más que a los demás.



Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María


(San Luis María Grignion de Montfort)

lunes, 27 de abril de 2015

LA ESTRATEGIA DEL MODERNISMO

                         Resultado de imagen de la gospa

«Desde 1984, la Virgen ha pronunciado por lo menos 400 veces su palabra favorita: “¡Oren!” ¿Por qué? Porque la oración es clave para la santidad, y María nos quiere conducir a la santidad, nuestro único futuro. Pero ella sabe que no es fácil para nosotros alcanzarla. En efecto, conoce bien las trampas que nos asechan porque el enemigo merodea sin tregua, buscando a quién devorar (1 Pe 5, 8). En el mensaje del 25 de marzo, María definió la estrategia utilizada por Satanás con respecto a nosotros: el modernismo; en otras palabras cuando uno se hastía de Dios. ¿El remedio? ¡La oración!
 
“Oren y luchen contra las tentaciones y contra todos los planes malvados que el demonio les ofrece a través del modernismo”, nos dice. Ya en mayo de 2010 nos advertía: “Dios les ha dado la gracia de vivir y de custodiar todo el bien que hay en ustedes… pero Satanás no duerme, y a través del modernismo los desvía y los conduce por su camino”. Nuestra cultura cristiana no está solamente amenazada por el radicalismo islámico, sino por nuestra propia falta de oración que nos aleja de Dios. ¡La oración es una maravillosa aventura con Dios! Pero el modernismo adormece las conciencias. Se busca reemplazar los valores cristianos y la fe viva por espejismos del mundo secular puramente terrenales. Se crea entonces una cultura que apacigua el vacío interior, la falta de esperanza y la pérdida de la identidad mediante el confort material y la búsqueda de un bienestar, tan pasajero como decepcionante. Es como si un cáncer carcomiera el mundo occidental, porque a Dios no se lo puede expulsar impunemente de sus fronteras. ¡Cómo no corroborar tristemente que la pérdida de la vida interior y la ausencia de una perspectiva de eternidad provocan la falta de felicidad del hombre!
Para la Sma. Virgen, el modernismo puede tan sólo ser vencido mediante la oración que alimenta el fuego de una viva fe. Nos suplica que desafiemos la cultura actual y que coloquemos toda nuestra esperanza, confianza y amor en su Hijo. No permitan que Satanás les abra los caminos de la felicidad terrenal, caminos donde no está mi Hijo. Hijos míos, éstos son falsos y duran poco. ¡Mi Hijo es para siempre! Les ofrezco la felicitad eterna, la paz y la unidad con mi Hijo, con Dios. ¡Les ofrezco el Reino de Dios!” (10 de agosto de 2010). Nuestra cultura ha desplazado a Dios a la periferia; a nosotros nos corresponde volver a colocarlo en el centro de nuestras vidas y de nuestra sociedad mediante una ardiente oración.»

viernes, 24 de abril de 2015

EL ESCAPULARIO VERDE

                          Resultado de imagen de escapulario verde
 
El escapulario verde o del Corazón de María tiene su origen en una apariciones de la Santísima Virgen a sor Justina Bisqueyburu, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, ocurridas el 28 de enero de 1840, en la capilla de la Casa Madre de las Hijas de la Caridad de París. Estaba la Hermana haciendo los ejercicios espirituales y durante la oración, se le apareció la Santísima Virgen, vistiendo traje blanco, manto azul muy claro no tenía velo y sus cabellos se esparcían sobre los hombros. Tenía en las manos su corazón, del cual salían, por la parte superior, llamas abundantes. Esta aparición, que se repitió varias veces durante el año, noparecía tener otro objeto que el de aumentar en la Hermana la devoción al Corazón Inmaculado de María.

El 8 de septiembre, la Santísima Virgen se le apareció de nuevo, teniendo en la mano derecha su corazón y en la otra un escapulario de paño verde, el cual tenía un solo lado y pendía de un cordón también verde. En uno de los lados del medallón se encontraba la imagen de María, tal como la había visto en repetidas visiones y del otro lado un Corazón rodeasdo de rayos, atravesado por una lanza, y una inscripción que decía: Corazón Inmaculado de María rogad por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

Al mismo tiempo una voz interior le hizo comprender que este escapulario contribuiría a la conversión de los pecadores y a procurarles una buena muerte y que era preciso distribuirlo con confianza.

No es este escapulario, como los otros, el hábito de una cofradía sino, sencillamente, una doble imagen de la Santísima Virgen, para fomentar la devoción a la misma Santísima Virgen, rezando la oración que en él está grabada.

El Papa Pío IX concedió autorización para que fuese propagado y desde entonces se extendió rápidamente, realizando conversiones y curaciones sin cuento.

jueves, 23 de abril de 2015

JESUITA Y MISIONERO EN ALASKA: PADRE SEGUNDO LLORENTE




segundo_llorente11.jpg

«Por la mañana salgo de las mantas como oso de la madriguera. Enciendo una vela y me calzo las botas de piel de foca llenas de hierba seca para que los pies estén bien mullidos y no se enfríen más de lo razonable. Enciendo la estufa y, si se heló el agua, derrito el hielo y me lavo. Abro la puerta, doy dos pasos y ya estoy delante del altar...». Así era cada amanecer en la vida de Segundo Llorente, jesuita, sacerdote y misionero, durante los cuarenta años que pasó en Alaska, a uno y otro lado del río Yukón, anunciando el Evangelio. En el vídeo de H.M. Televisión pueden verse los testimonios de algunas personas que le conocieron y quedaron impresionadas por su generosidad, su sentido de humor y su amor por las almas.
 
Leonés de nacimiento, a los veintitrés años, sin saber una palabra de inglés, se fue a los Estados Unidos a estudiar Teología y, apenas fue ordenado sacerdote, buscó en el mapa el lugar más recóndito y difícil en todo el mundo y obtuvo permiso para ir a Alaska, su ilusión más grande: «¡Cómo nos gusta a nosotros decir que la Iglesia es católica, universal, que tiene que estar en todas partes! Los esquimales también son hijos de Dios, y a mí me ha tocado el privilegio de ser su misionero. Aquí está la Iglesia católica, gracias a nosotros los misioneros», escribía en una de sus múltiples cartas.
 
Y en otra aseguraba: «Dios no está circunscrito a fórmulas o experimentos de gabinete. Es demasiado grande para que nuestros entendimientos le puedan abarcar en toda su grandeza».Tenía talento como escritor, y en vista del éxito entre los suyos, comenzó a escribir cartas y artículos que se convertían en libros; en total, doce títulos escritos en castellano que se convirtieron en libros de cabecera para toda una generación; llegó un momento en que los seminarios y los noviciados se llenaban de entusiasmo por las aventuras del «misionero de Alaska».


miércoles, 22 de abril de 2015

ALMA VÍCTIMA


                     Resultado de imagen de alma victima santa faustina

Durante una hora particular de adoración, a Sor Faustina se le concedió una visión de lo que significaba ser “alma víctima”. Todo lo que ella tendría que sufrir pasó por sus ojos: falsas acusaciones, la pérdida del buen nombre, y mucho más. Cuando la visión terminó, un sudor frío bañó su frente. Jesús le hizo saber que aun cuando ella no diere su consentimiento a esto, ella se salvaría y Él no disminuiría Sus gracias y seguiría manteniendo una relación tan íntima con ella. Aunque no consintiera realizar este sacrificio. La generosidad de Dios no disminuiría para nada. Ella estaba consciente que todo el misterio dependía de ella, con su libre consentimiento al sacrificio, en completo uso de sus facultades. Luego escribió lo siguiente en su diario:

“De repente, cuando había consentido hacer el sacrificio con todo mi corazón y todo mi entendimiento, la presencia de Dios me cubrió. Mi alma estuvo inmersa en Dios y se inundó con tal alegría que no puedo poner por escrito aún la parte más pequeña de esta experiencia. Sentí que Su Majestad me envolvía. Me encontré fundida con Dios. Me di cuenta que Dios estaba satisfecho conmigo, y recíprocamente, mi espíritu se ahogó en Él. Consciente de esta unión con Dios, me sentí especialmente amada, y a cambio, yo amaba con toda mi alma. Un gran misterio tuvo lugar durante esta adoración. Un misterio entre el Señor y yo. Me parecía que me moriría de amor a la vista de su mirada.

Hablé mucho con el Señor, sin pronunciar palabra. Y el Señor me dijo: “Tú eres el deleite de Mi corazón; de hoy en adelante, cada uno de tus actos, cualquier cosa que hagas, aún los más pequeños, serán un deleite para Mis ojos”. En ese momento me sentí consagrada. Mi cuerpo humano era el mismo, pero mi alma era diferente. Dios estaba viviendo en ella con Su total deleite. Esto no era un sentimiento, sino una realidad. Un gran misterio había sido realizado entre Dios y yo”. (ver 136-137)

     Inmediatamente, luego de abandonar la capilla, Sor Faustina experimentó un gran sufrimiento y humillación de cierta persona. Desde entonces, todos sus pasos y sus palabras eran analizadas. Hasta la directora estaba sorprendida de todo lo que tenía que soportar. “Pero yo”, Sor Faustina escribió, “Me regocijo en esto en las profundidades de mi alma y he estado lista para esto desde hace mucho tiempo... Veo ahora que un alma no puede hacer mucho por sí sola, pero con Dios puede hacer todo. Todo con la gracia de Dios”.
 
BIOGRAFÍA DE SOR FAUSTINA 
(Apóstol de la Divina Misericordia) 
Por: Hermana Sophia Michalenko
C.M.G.T.

martes, 21 de abril de 2015

LA COMPLEMENTARIEDAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER

                               Resultado de imagen de papa francisco



La catequesis de hoy está dedicada a la diferencia y a la complementariedad entre el hombre y la mujer. El libro del Génesis insiste en que ambos son imagen y semejanza de Dios. No sólo el hombre por su parte, no sólo la mujer por su parte, sino también la pareja. La diferencia entre ellos no es para competir o para dominar, sino para que se dé esa reciprocidad necesaria para la comunión y para la generación, a imagen y semejanza de Dios. En esta complementariedad está basada la unión matrimonial y familiar para toda la vida, sostenida por la gracia de Dios. El ser humano está hecho para la escucha y la ayuda mutua.

Para superar las dificultades de esta unión, me gustaría indicar dos puntos que nos comprometen con urgencia: Tenemos que hacer mucho más en favor de la mujer. Primer punto. No sólo para que sea más reconocida, sino para que su voz tenga un peso real, una autoridad efectiva en la sociedad y en la Iglesia. Segundo punto: Me pregunto si la crisis de fe en el Padre no estará también relacionada con la crisis de la alianza entre el hombre y la mujer. De aquí nace la responsabilidad de la Iglesia y de todos los creyentes de redescubrir la belleza del diseño creador de Dios, que impone también su imagen en el vínculo del hombre y la mujer. 

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO, 15 de abril de 2015.

lunes, 20 de abril de 2015

EL INFIERNO VISTO POR SANTA FAUSTINA

                 Resultado de imagen de SANTA FAUSTINA

741 "Hoy he estado en los abismos del infierno, conducida por un ángel. Es un lugar de grandes tormentos, ¡qué espantosamente grande es su extensión! Los tipos de tormentos que he visto: el primer tormento que constituye el infierno, es la pérdida de Dios; el segundo, el continuo remordimiento de conciencia; el tercero, aquel destino no cambiará jamás; el cuarto tormento, es el fuego que penetrará al alma, pero no la aniquilará, es un tormento terrible, es un fuego puramente espiritual, incendiado por la ira divina; el quinto tormento, es la oscuridad permanente, un horrible, sofocante olor; y a pesar de la oscuridad los demonios y las almas condenadas se ven mutuamente y ven todos el mal de los demás y el suyo; el sexto tormento, es la compañía continua de Satanás; el séptimo tormento, es una desesperación tremenda, el odio a Dios, las imprecaciones, las maldiciones, las blasfemias. Estos son los tormentos que todos los condenados padecen juntos, pero no es el fin de los tormentos. Hay tormentos particulares para distintas almas, que son los tormentos de los sentidos: cada alma es atormentada de modo tremendo e indescriptible con lo que ha pecado. Hay horribles calabozos, abismos de tormentos donde un tormento se diferencia del otro. Habría muerto a la vista de aquellas terribles torturas, si no me hubiera sostenido la omnipotencia de Dios. Que el pecador sepa: con el sentido que peca, con ése será atormentado por toda la eternidad. Lo escribo por orden de Dios para que ningún alma se excuse diciendo que el infierno no existe o que nadie estuvo allí ni sabe cómo es.

Yo, Sor Faustina, por orden de Dios, estuve en los abismos del infierno para hablar a las almas y dar testimonio de que el infierno existe. Ahora no puedo hablar de ello, tengo la orden de dejarlo por escrito. Los demonios me tenían un gran odio, pero por orden de Dios tuvieron que obedecerme. Lo que he escrito es una débil sombra de las cosas que he visto. He observado una cosa: la mayor parte de las almas que allí están son las que no creían que el infierno existe. Cuando volví en mí no pude reponerme del espanto, qué terriblemente sufren allí las almas. Por eso ruego con más ardor todavía por la conversión de los pecadores, invoco intensamente la misericordia de Dios para ellos. Oh Jesús mío, prefiero agonizar en los más grandes tormentos hasta el fin del mundo, que ofenderte con el menor pecado".

Diario de Santa Faustina. Mensaje de misericordia de Jesucristo al mundo actual.

TRIDUO A SAN EXPEDITO

                               Resultado de imagen de san expedito

Primer día

Glorioso San Expedito, vengo a implorar tu socorro y obtener de Dios, por tu intercesión, las gracias que solicito de su misericordiosa bondad.
Admiro tu dedicación y fidelidad al deber de estado. Por la manera por la cuál desempeñaste tus deberes de soldado y de jefe, enseñaste a todos que no hay estado de vida en el que no podamos santificarnos. Basta para eso cumplir cristianamente todas las obligaciones.
Concédeme pues, por los méritos que adquiriste delante de Dios en el cumplimiento de estos deberes, la gracia de cumplir yo también fielmente, los de mi propio estado sin jamás lamentarme ni acobardarme.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén.
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Segundo día

Gloriosos San Expedito, yo admiro en tí la rapidez con que en cualquier ocasión actuabas para el cumplimiento de tu deber. Por eso eres el modelo de la generosidad y del celo con que debemos dedicarnos al trabajo, muy especialmente de nuestra santificación.
Por los méritos que adquiriste de este modo, ven en auxilio de mi tibieza en la práctica de la virtud, a fin de que me separe completamente de los lazos que me ligan al pecado y que pueda darme más enteramente al servicio de Dios y del prójimo con generosa actitud.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Tercer día

Glorioso San Expedito, la prueba y el sufrimiento nunca te fueron evitados. Supiste aceptarlos con coraje y confianza. Y con el fin de asemejarte más al Divino Crucificado, no rehusaste de verter tu sangre por él. ¡Cuán lejos estoy de imitarte! Ante las menores pruebas y dificultades cotidianas, me lamento, gimo y a veces me revuelco, en vez de aceptarla fillialmente como venidas de la Divina Providencia.
Enséñame pues, a no lamentarme jamás y antes aceptar generosamente, para purgar mis faltas, todas las cruces que me reserva la Divina Providencia.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.