El Sagrado Corazón de Jesús prometió que en todos los sitios donde sea colocada y honrada Su imagen, reunirá las familias divididas y asistirá y protegerá a las que se hallen en cualquier necesidad.
Nuestro Señor se apareció cuatro veces a Santa Margarita María entre
los años 1673 y 1675, entregándole un mensaje que tiene cada vez más
actualidad. En la última aparición, abriendo el pecho e indicando su
Sagrado Corazón, con una llama ardiente y circundado de espinas, le
dijo:
“He aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio, de
la mayor parte de ellos no recibe nada más que ingratitud, irreverencia
y desprecio”.
Además, en mayo de 1673, nos dejó doce promesas para quienes seamos devotos de Su Divino Corazón misericordioso:
* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
* Les daré paz a sus familias.
* Las consolaré en todas sus penas.
* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
* Las almas tibias se volverán fervorosas.
* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
*
Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor
omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros
Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán
en desgracia mía, ni sin recibir los Sacramentos, y mi Corazón divino
será su refugio en aquel último momento."
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