jueves, 31 de julio de 2014

JESÚS, MARÍA, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS



Mientras el mundo se atomiza y desintegra por el odio de los hombres y de los pueblos, Jesucristo quiere renovarlo y salvarlo por el amor.
Quiere que se eleven hacia el cielo llamas de amor que neutralicen las llamas del odio y del egoísmo.

A tal efecto, enseñó a Sor Consolata Bertone, monja clarisa capuchina (1903- 1946), un acto de amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada acto de amor salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias.

La fórmula de este acto es:

"JESÚS, MARÍA, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS"

Le decía Jesús: "Piensa en Mí y en las almas. En Mí, para amarme; en las almas para salvarlas (22 de agosto de 1934). Añadía: la renovación de este Acto debe ser frecuente, incesante: Día por día, hora por hora, minuto por minuto"(21 de mayo de 1936).

"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de amor a cualquier otro don que pueda ofrecerme"... " Tengo sed de amor"... (16 de diciembre de 1935).
Este Acto señala el camino del cielo. Con él cumplimos con el mandamiento principal de la Ley: Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente"... y a tu prójimo como a ti mismo.


Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas" pronunciado al levantarse, nos hará sonreír durante el día; nos ayudará a cumplir mejor nuestros deberes, en la oficina, en el campo, en la calle, etc. Se pronuncia con facilidad, sin distraerse y con agrado.

Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas", santifica los sudores, suaviza las penas. Convierte la tristeza en alegría. Sostiene y consuela luchas de la vida. Ayuda en las tentaciones. Hace agradable el trabajo. Convierte en alegría el llanto. Fortalece y consuela en las enfermedades. Y trae las bendiciones sobre los trabajos y sobre las familias.

Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas". Ayudará a calmar tu indignación, a convertir tu ira en mansedumbre. Sabrás mostrarte benévolo al que te ofende. Volver el bien por el mal. Conduce a efectos nobles; palabras verdaderas, obras grandes y sacrificios heroicos, iluminará tu entendimiento con luces sobrenaturales; estimulará el bien, retraerá el mal. Obtendrá el arrepentimiento al pecador; en el justo avivará la fe y le hará suspirar por la felicidad eterna.

Sor Consolata le pidió un día a Jesús: "Jesús enséñame a orar". Y he aquí la Divina respuesta: " ¿No sabes orar?" ¿Hay acaso oración más hermosa y que sea más grata que el Acto de Amor?

http://www.corazones.org/santos/maria_consalta_bertrone.htm

miércoles, 30 de julio de 2014

JESÚS CONFÍO EN TI





"CONFÍA EN MI"

¿Por qué te agitas y confundes por los problemas que te trae la vida? 
Déjame cuidar de todas tus cosas e irán tornándose mejores.
Cuando te entregues totalmente a Mi, todas tus cosas serán resueltas con tranquilidad, de acuerdo a mis proyectos.
No te angusties, no me pidas con exigencias, como si quisieras forzarme a realizar tus planes.
En lugar de eso cierra los ojos de tu razón, abandónate en mis manos y con paz dime:

"JESÚS CONFÍO EN TI"

Trata de evitar esos pensamientos que te angustian al querer comprender todo lo que te ocurre.
No arruines mis planes tratando de imponer tus ideas, déjame ser tu Dios y actuar libremente en tu vida.
Entrégate a mí con plena confianza y de tu futuro en mis manos y dime:

"JESÚS CONFÍO EN TI"

Lo que más me lastima de ti es cuando tratas de razonarlo todo de acuerdo a tus pensamientos, cuando intentas resolver tus problemas a tu manera, sin tenerme en cuenta a mí.
Cuando me digas "JESÚS CONFÍO EN TI" no seas como el enfermo que le dice al doctor "cúreme", pero le sugiere la mejor forma de hacerlo.
Yo conozco mejor tu enfermedad y su remedio. Déjate curar por mí, no tengas miedo, YO TE AMO.
Si ves que las cosas se vuelven peores o más complicadas aún cuando estás orando por ellas; mantén tu confianza en mí. Cierra los ojos de tu razón, abandónate en mí, y continúa diciendo a cada instante:

"JESÚS CONFÍO EN TI"

Necesito mis manos libres para poder manifestarte mis bendiciones.
No ates mis manos con tus absurdas preocupaciones. 
Satanás quiere que te frustres, hacerte desconfiar de mí, quitarte la paz y la alegría que yo te doy.
Confía en mí, descansa en mí, entrégate a mí.
Yo hago milagros en la medida en que tú te abandonas en mí, y de acuerdo a la fe que tienes en mí.
Así que no te angusties, dame todas tus preocupaciones y problemas, pon en mis manos todas las cosas y tu vida.
Abandónate en mis manos y tendrás Paz.
Y siempre, siempre, dime:

"JESÚS CONFÍO EN TI"

martes, 29 de julio de 2014

¿Qué nos dice la Virgen María en Medjugorje? LAS CINCO PIEDRAS




La Virgen María en Medjugorje parece pedir a los peregrinos que la visitan, que lleven a sus comunidades y parroquias de origen, la importancia de lo que allí han visto y aprendido: la vivencia de la oración y de la Adoración Eucarística, de la lectura de la Palabra de Dios, de la confesión y del ayuno.

Muchos católicos que han peregrinado a Medjugorje han sentido una responsabilidad muy grande a la hora de transmitir lo que allí han vivido: una oración seria y exigente, unida a un ayuno importante y todo ello, para contribuir al Plan de Salvación que tiene Dios para toda la Humanidad, oración y ayuno que pretende mover los corazones de aquellos que aún no conocen el amor de Jesús.

Las 5 piedras: La oración con el corazón, el ayuno, la lectura de la Biblia, la confesión y la Eucaristía son los medios que María nos da para recorrer un camino de santidad, de paz, de transformación interior totalmente asegurado, un camino sencillo, accesible a todos.

1. LA ORACIÓN

“hijos, orad, la oración es el fundamento de vuestra paz” Si no tenéis paz en vuestros corazones poco importa todo lo demás. Podéis perder la paz un momento como dice San Serafín de Sarov, pero poniéndoos en oración enseguida, hundiéndoos en la oración encontraréis la paz nuevamente. “Si vivís angustiados, con estrés, es que todavía no oráis con el corazón.” Esta expresión “con el corazón” nunca acabaremos de entenderla, no se trata de cumplir: de oír Misa, de rezar el rosario rápidamente, no se trata de eso. “Dedicad tiempo a Dios” Dios nunca vendrá a nosotros rezando de esta manera; para que Dios establezca su morada en nosotros, para que la unción del Espíritu Santo y su soplo nos visiten, hay que tomar tiempo. Hoy, muy poca gente va a la Iglesia durante una hora para orar frente al Santísimo Sacramento.
Orar con el corazón es esta disposición interior, como dice Santa Teresita: “la oración es un grito de amor hacia el cielo”. Tomad tiempo con Dios.

Marija, una de las videntes, regresando de Rusia, estaba totalmente sorprendida y comentó en Europa: La gente en aquel país como en cualquier otro, pide egoístamente, sus oraciones se refieren a ellos mismos, a sus intereses, “reza por mí, por mi abuelo, por mi país”, yo, yo, yo, esto no es posible, esto no es oración. La Virgen María dijo: “Hijos, rezad por mis intenciones y yo me encargaré de vuestras preocupaciones, de vuestros dolores”, esa es la verdad. La gente no cree porque no se abre realmente al Espíritu Santo, no se abre a la paz de Dios. La oración del corazón es la clave para aprender junto con María a orar.

2. EL AYUNO

Tenéis que perseverar en la oración y el ayuno. Ayunar a pan y agua, los miércoles y viernes. Podéis comenzar absteniéndoos de las comidas o del desayuno, vosotros veréis la forma en que podéiscomenzar poco a poco a hacer vuestros ayunos. No os preocupéis por la falta de alimento, no moriréis. Vivimos en un mundo en que todos comemos compulsivamente, como adicción, nos sobrealimentamos, por eso hay tantas enfermedades: colesterol, cáncer, etc. porque la gente come, come y come. El ayuno nos purifica el alma, el ayuno nos permite tener dominio sobre nosotros mismos, fruto del Espíritu Santo. (Carta a los Gálatas).

María dijo: “La Iglesia Católica olvidó el ayuno. Por la oración y el ayuno hijitos, podéis obtener cualquier cosa”. ¿Deseáis la conversión de alguien de vuestra familia?, poneos a orar, a ayunar y veréis el cambio. Por supuesto, Jesús lo había dicho en el Evangelio a sus discípulos, cuando se quejaron ante Él: “no hemos podido sacar este demonio. Y Jesús dijo: hay demonios que solamente salen con la oración y el ayuno”.

Si queréis vivir en paz hijitos, tened una vida sencilla. El ayuno repara, es muy poderoso en la intercesión. Conozco muchos matrimonios que descubrieron en Medjugorje el ayuno, y los miércoles y viernes ayunan fielmente. No se trata de pasar hambre, dice la Virgen, podéis comer pan y beber agua. Veréis la fuerza del ayuno en la transformación interior, si tenéis problemas, rencores, amarguras, resentimientos contra algunas personas y tenéis problemas para reconciliaros, la Virgen nos dice: para reconciliarse hay que creer, orar, ayunar y confesarse.

Todos los mensajes son muy sencillos y si tú los vives, actúa en ti el Espíritu Santo.

3. LA LECTURA DE LA BIBLIA

Vicka le preguntó a la Virgen: ¿por qué lloras? Y la Virgen le respondió: “porque los cristianos dejaron de leer la Palabra de Dios”. La Virgen pide que leamos la Biblia diariamente, aunque empecemos haciéndolo sólo 10 minutos ¿Cómo queréis descubrir la verdad? ¿Cómo podemos ubicarnos en este mundo lleno de ideologías, si no leemos el único libro que nos trae al alma la luz del cielo?, ¿cómo podemos pasar dos horas o más frente al televisor, que nos presenta una visión totalmente equivocada del mundo y no sé cuántas inmoralidades? Sin embargo, no somos capaces de pasar una hora junto al Santísimo. ¿Cómo podemos conocer la voluntad de Dios sobre nuestra vida? ¿Cómo podemos discernir cuando tenemos que tomar decisiones si no conocemos la Palabra de Dios? “Tu Palabra Señor es una luz sobre mi camino”.

Nuestra mente y nuestro corazón deberían tener continuamente presentes las palabras de Jesús y los versículos de San Pablo, de sus cartas, para que, frente a cualquier situación difícil nos surja del espíritu la palabra adecuada. ¿Cómo queréis que Dios nos hable si no conocemos su Palabra? ¡Es imposible! Hay una ignorancia muy grande que nos arroja al pecado y a la muerte espiritual y viene de que los que se llaman católicos no conocen la Palabra de Dios.
¡Ah!, pero las revistas que nos ofrece el mundo como “vanidades”, esas sí las conocemos y estamos esperando con ansia leer el siguiente número, y la Palabra de Dios, la Biblia, la tenemos en un rincón de casa.

La Virgen dice: “Poned la Biblia en el centro de vuestras casas, para que os acordéis de leerla en familia todos los días”. Cosas muy sencillas, claro. Un corazón que no recibe todos los días el Pan de la Palabra, se muere. Se trata de vivir el Evangelio, no de vivir en la ignorancia,causa de tantos males.

4. LA CONFESIÓN

“Hijos si no os confesáis mensualmente, será muy difícil para vosotros convertiros”. La confesión, pero la verdadera confesión, no como el 80% de los casos en que nos acercamos al sacerdote y decimos esto y aquello y nos “limpiamos”, nos quitamos la ropa sucia, la ponemos en la lavadora, pulsamos el botón y listo. Eso no es confesarse. La confesión necesita el arrepentimiento; por ejemplo, si he faltado a Misa el domingo,el pecado no es esto, el pecado es que no amo a Dios e incluso llego a no tener ninguna clase de arrepentimiento por no haber ido a Misa, no hay arrepentimiento porque no hay amor, entonces, tampoco hay auténtica confesión.

Esto es muy evidente en Semana Santa, cuando todos quieren confesarse porque es el deber anual; gente que “dice” sus pecados y al terminar la semana empieza de nuevo su vida de pecado. Es posible que nosotros también nos parezcamos a estas personas.

La confesión es ir con arrepentimiento: perdón Señor, como dice la Palabra de Dios: “te he matado, te he crucificado en mi debilidad, en mi pecado, en mi tibieza. Hay que llorar los pecados, pero si no hay vida de oración con el corazón, no hay verdadera confesión. El Espíritu Santo es el motor de todo, la oración con el corazón es una comunicación con Dios, “durante la oración, Dios os llena, os transforma”,nos dice la Virgen. Si no hay oración con el corazón no hay verdadera confesión con arrepentimiento porque nos falta el Espíritu Santo.

En primer lugar, no vemos nuestros pecados;muy a menudo confesamos culpabilidades o tonterías, porque hay que decir algo; pero el verdadero pecado escondido son los egoísmos, los rencores, los apegos materiales y todo eso lo olvidamos. Dice el salmo: “Señor, líbrame de mi pecado escondido”, especialmente de ese pecado que yo no veo, porque yo no lo quiero ver y no lo veo porque he puesto tantas defensas y justificaciones bajo una apariencia de piedad, que impiden que la luz del Espíritu Santo llegue hasta mí. Hay que volver a educar a la gente en la confesión con el corazón, con un verdadero arrepentimiento.

Son nuestros pecados los que clavaron a Cristo sobre la Cruz y eso no es un chiste, como dijo Jesús a Santa Catalina: “¡No es para reír que he muerto sobre la cruz para ti!” La confesión es para descubrir mis pecados y corregirme, no solamente confesarme por confesarme, tener un mes o quince días para volver a pecar y seguir en lo mismo ya que a fin de cuentas me confesaré el mes siguiente.

5. LA SANTA MISA

Vuelvo a insistir sobre lo mismo, recibir la Eucaristía con el corazón. Es terrible vercómo viven la Misa muchas personas. La Virgen dice: “Si no os preparáis para vivir la Misa con un corazón abierto, mejor quedaos en casa”. A Misa hay que llegar con tiempo, prepararse, disponerse a la oración 10 minutos antes, no llegar tarde, corriendo. “En ningún otro lugar mi hijo derrama tantas gracias como en la Eucaristía, comulgar es más que ser vidente”, dice la Virgen. Aquí tenéis que meditar los mensajes sobre la Eucaristía, podríamos hablar más de una hora sobre la Eucaristía porque es un tema muy extenso. A Misa hay que llegar a tiempo, recogerse y prepararse para recibir a Jesús. Después de la comunión, debemos entrar en nuestro corazón, orar y dar gracias a Dios. Esta es la verdadera espiritualidad. Entonces veréis cómo cambian las cosas. Nos dice María: “Si en lugar de llegar corriendo a Misa podéis llegar un poco antes para prepararos y después de haber comulgado, si os podéis quedar, tomad tiempo con Jesús para hablarle, si hacéis esto hijitos, veréis muchos milagros en vuestras vidas y menos enfermos de la mente, del corazón y del cuerpo en medio de vosotros.”

Recibimos el gran Sacramento de la Salvación como un billete de avión o de metro. La Eucaristía debe ser el centro de nuestra vida, y ¿sabéis qué dice la Virgen?: “Hijos, asistid a Misa cada vez que las circunstancias lo permitan”. Hoy en día el mundo vive en una situación de agonía y desesperación, necesita portadores de luz, de amor y de paz. La Eucaristía es el lugar donde Dios nos transforma. Todos los Sacramentos, toda la devoción, toda la vida espiritual nos conducen a la Eucaristía, es el lugar donde nuestra alma encuentra sustancialmente el cuerpo y la sangre de Jesús: “El que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida en Mí” y de comunión en comunión Dios va transformando nuestra alma, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra afectividad. Es increíble, pero si lo recibimos, sabemos que la Eucaristía actúa en nosotros en la medida de nuestra fe y de nuestro deseo de Dios. Si lo recibimos de una manera distraída, hablando con nuestro vecino, no surtirá ningún efecto en nosotros, Jesús necesita nuestro permiso para actuar, nos respeta.

En Medjugorje muchos mensajes nos conducen a centrarnos en la Eucaristía, en Jesús vivo. La Virgen nos pide que la Misa sea el centro de nuestra vida: “… Que la Santa Misa, hijitos, no sea una costumbre sino vida. Viviendo cada día la Santa Misa sentiréis la necesidad de santidad y creceréis en la santidad…” (25/01/1998)

http://www.virgendemedjugorje.org/?post_type=video&p=3875

LA PERFECCIÓN

Santa Teresita del Niño Jesús - Historia de un Alma 

Durante mucho tiempo me he preguntado por qué tenía Dios preferencias, por qué no recibían todas las almas las gracias en igual medida. Me extrañaba verle prodigar favores extraordinarios a los santos que le habían ofendido, con San Pablo o San Agustín, a los que forzaba, por así decirlo, a recibir sus gracias; y cuando leía la vida de aquellos santos a los que el Señor quiso acariciar desde la cuna hasta el sepulcro, reitrando de su camino todos los obstáculos que pudieran impedirles elevarse hacia él y previniendo a esas almas con tales favores que no pudiesen empañar el brillo inmaculado de su vestidura bautismal, me preguntaba por qué los pobres salvajes, por ejemplo, morían en tan gran número sin haber oído ni tan siquiera pronunciar el nombre de Dios...

Jesús ha querido darme luz acerca de este misterio. Puso ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprendí que todas las flores que él ha creado son hermosas, y que el esplendor de la rosa y la blancura del lírio no le quitan a la humilde violeta su perfume ni a la margarita su encantadora sencillez... Comprendí que si todas las flores quisieran ser rosas, la naturaleza perdería su gala primaveral y los campos ya no se verían esmaltados de florecillas...

Eso mismo sucede en el mundo de las almas, que es el jardín de Jesús. Él ha querido crear grandes santos, que pueden compararse a los lirios y a las rosas; pero ha creado también otros más pequeños, y éstos han de conformarse con ser margaritas o violetas destinadas a recrear los ojos de Dios cuando mira a sus pies. La perfección consiste en hacer su voluntad, en ser lo que él quiere que seamos...

Santa Teresita del Niño Jesús (1873-1897) carmelita descalza y Doctora de la Iglesia.

LA CONVERSIÓN

 


No es muy llamativo hablar de conversión porque "ya nos creemos convertidos a Dios". Y por otra parte, al hablar de conversión pensamos institivamente en algo penoso, trite, unido a la penitencia y al sacrificio.

Y esto no resulta demasiado atractivo en el mundo de hoy.

Pero el mensaje de Jesús es una invitación a cambiar nuestros corazones y aprender a vivir de una manera más humana. Esto es convertirse.

El convertirse es ponerse a disposición de Dios como San Pablo lo hizo cuando dijo: ¡Qué quieres que haga, Señor!

Por eso, convertirse es algo alegre y gozoso porque es liberador de muchas ataduras esclavizantes; es dejar abierta la puerta del corazón a Dios.

Convertirse es limpiar nuestra mente de egoísmo e intereses que empequeñecen nuestro vivir de cada día.

Convertirse es liberar el corazón de angustias y complicaciones creadas por nuestro afán de cosas y de satisfacciones.

Por eso, al escuchar la llamada de Jesús que nos dice: "Convertíos, porque está cerca el Reino de Dios", pensemos que nunca es tarde para hacerlo porque nunca es tarde para dejarse perdonar y dejarse renovar por Dios.

Estamos llamados a amar al mundo. Y tanto amó Dios al mundo que le dio a Jesús (Jn 3,16). Hoy, ama tanto al mundo, que nos da el mundo a tí y a mí, para que seamos su amor, su compasión, su presencia a través de una vida de oración, de sacrificio, de abandono. La respuesta que Dios espera de tí es que llegas a ser contemplativo, que seas contemplativo.
Cojámosle la palabra a Jesús y seamos contemplativos en el corazón del mundo, porque, si tenemos fe, estamos perpetuamente en su presencia.

El alma a través de la contemplación, saca directamente del corazón de Dios las gracias.

Nuestras existencias deber estar unidas a Cristo que nos habita. Si no vivimoes en la presencia de Dios, no podemos perseverar.

¿Qué es la contemplación? Vivir la vida de Jesús. Es así como yo la comprendo. Amar a Jesús, vivir la nuestra en el seno de la suya... La contemplación no es encerrarse en una cabina oscura. Deja que sea Jesús quien viva su Pasión, su amor, su humildad en nosotros, que ore con nosotros, que esté con nosotros, y santifique a través nuestro.

Nuestra vida y nuestra contemplación son una misma cosa. No se trata de hacer sino de ser. De hecho se trata del gozo pleno de nuestro espíritu por el Espíritu Santo que insufla en nosotros la plenitud de Dios y nos envía a toda la creación como su personal mensaje de amor (Mc 16,15).

Beata Teresa de Calcula (1910-1997) fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad.

lunes, 28 de julio de 2014

LA HORA DE LA MISERICORDIA

 

 

Las tres de la tarde

Según el diario de Santa María Faustina Kowalska.

"Yo te recuerdo hija mía que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."
"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en MI desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."

Oraciones.

"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el mundo. O fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros."

"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío."

MEDITACIÓN PARA LA HORA DE LA MISERICORDIA
Madre Adela Galindo, Fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.

“Oh Jesús, tu Corazón traspasado es el océano de infinita Misericordia de donde manan, copiosamente, tu Sangre y Agua. Sangre que libera nuestros pecados, y Agua que purifica y vivifica nuestros corazones. Tú eres la fuente abierta de salvación, en la cual deseamos sumergirnos para ser transformados con el poder redentor de tu Misericordia.

Jesús, tú nos has ofrecido en esta imagen de tu Corazón Misericordioso revelada a Santa Faustina, un recipiente por el cual podemos venir a la fuente de Misericordia para recoger, sin límites, gracias abundantes de conversión, sanación y redención.

¡Oh Jesús, en ti confío! En ti confío mi vida entera, mi corazón, mis temores, mis fragilidades, mis sueños y todos mis sufrimientos, los del cuerpo y los más íntimos de mi corazón.

¡En ti confío, Oh Misericordia Divina! Tú que miras mi debilidad con ojos compasivos; que levantas mi miseria con el poder de tu amor; que das vida a mi esterilidad y que confías en mí a pesar de mí mismo. En ti confío, tú que calmas las tempestades del alma y las grandes tormentas que azotan la barca de nuestras vidas, familias, comunidades y naciones. En ti, Jesús, confío el pasado que de tantas formas nos aplasta; el presente que nos inquieta y el futuro que tantas veces nos angustia.

¡Oh Corazón Misericordioso! En tu llaga bendita nos escondemos, descubriendo allí nuestro refugio y descanso... nuestra paz. En el inmenso océano de tu Corazón, nos sumergimos hoy, nosotros pecadores, esperando con confianza el don más hermoso de tu amor por la humanidad: Tu Misericordia”.

La Coronilla de la Divina Misericordia

Según el diario de Santa María Faustina Kowalska

"Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado... Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador mas empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia." 
"Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
 
1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.
2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."

3. En las cuentas pequeñas del Ave María:
"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."


4.
Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."

JESÚS, EN TÍ CONFÍO

EL NIÑO JESÚS DE PRAGA


 

El Niño Jesús de Praga (en checo Pražské Jezulátko) es una imagen de cera de Jesús en su etapa infantil, que se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua (Kostel Panny Marie Vítězné), en la calle carmelita del barrio de Malá Strana, en la ciudad de Praga (capital de la República Checa).

La particular devoción al Santo Niño de Praga comenzó a principios del siglo XVII. La Princesa Polyxenia de Lobkowitz recibió, como regalo de su madre en su matrimonio, una hermosa estatua del Divino Niño procedente de España. La estatua era de cera, de 48cm. El Niño Jesús está de pie, con la mano derecha levantada, en actitud de bendecir, mientras con la izquierda sostiene un globo dorado que representa la tierra. Su rostro es tierno y gracioso.

Después de la muerte de su esposo, la princesa se dedicó a las obras de caridad. Los religiosos de la orden carmelita en Praga, fueron particularmente favorecidos por la generosa asistencia de la princesa.

En el año 1628 estalló la guerra en Praga y el monasterio de los monjes fue reducido al extremo de la pobreza. En aquellos días, la Princesa Polyxenia se presentó a la puerta del monasterio con su estatua y dijo así:
"Aquí les traigo el objeto de mi mayor aprecio en este mundo. Honrad y respetad al Niño Jesús y nunca os faltará lo necesario".  

Oración para pedir favores al Niño Jesús de Praga, revelada por la Virgen María al P. Cirilo, Carmelita Descalzo 

Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad (pídase el favor que se desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede socorrer.
Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para triunfar. Propongo no ofenderte y me ofrezco a tí, dispuesto a sufrir antes que hacerte sufrir.
De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo. Niño omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta circunstancia (se manifiesta). Concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del Cielo. Amén.

Coronilla del milagroso Niño Jesús de Praga:

Para Honrar Los Misterios De Su Infancia.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios Nuestro.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sóis, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas eternas del infierno. Ayudado de Vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén

V. Abre, Señor, mis labios.
R. Y mi lengua pronunciará tu alabanza.
V. Acude, oh Dios, en mi auxilio.
R. Apresúrate Señor a socorrerme.
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Adorado y glorificado sea el Padre.
V. El verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

 Padre Nuestro
 
1º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Tu encarnación.
Ave María

2º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Visitación.
Ave María

3º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Nacimiento
Ave María

4º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la adoración de los pastores.
Ave María

5º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Circuncisión.
Ave María

6º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la Epifanía.
Ave María

7º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra presentación en el templo.
Ave María

8º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra huída a Egipto.
Ave María

9º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra permanencia en Egipto.
Ave María

10 º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestro regreso a Nazaret.
Ave María

11º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra vida oculta en Nazaret.
Ave María

12º Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra pérdida y hallazgo en el Templo.
Ave María

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
V. Sea bendito el nombre del Señor.
R. Ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

 http://webcatolicodejavier.org/JesusDePraga.html


El divino niño Jesús es muy milagroso. Mueve nuestros corazones y los llena de pureza y amor de Dios.

Marino Restrepo es un misionero que debe su conversión a una novena al Divino Nino Jesús. Este es su precioso testimonio:

Actualmente recorre el mundo dando retiros y charlas. En este enlace se pueden ver y disfrutar de ellas.


DIVINO NIÑO JESÚS, CONCÉDENOS LA PUREZA Y EL AMOR DE SU SAGRADO CORAZÓN. AMÉN.